Las recientes elecciones estadounidenses han provocado un repunte en el comercio de divisas en todo el mundo y el impacto resultante de la política en los mercados financieros globales sigue siendo una cuestión abierta. ¿Conducirá la turbulencia en la economía estadounidense a un aumento de las barreras comerciales entre América del Norte y Asia, provocando una fuerte caída en el comercio asiático? ¿O los países de Europa y Japón permanecerán unidos y continuarán disfrutando de años de comercio saludable mientras Estados Unidos continúa marginándolos con acuerdos comerciales que anteponen sus propios intereses?
Una cosa es segura. La turbulencia política en los EE. UU. Va a tener un impacto significativo en el comercio mundial. Las consecuencias pueden durar mucho tiempo o pueden desarrollarse ahora. Pero cualquiera que sea el resultado final, es seguro que el comercio internacional se verá afectado. Todos los actores principales están observando de cerca las elecciones estadounidenses y se esfuerzan por descubrir qué significará siempre para ellos la nueva política. Hay muchas posibilidades de que estalle alguna forma de guerra comercial como resultado de este embrollo.
¿Cambiarán los acuerdos económicos bilaterales para bien o para mal? ¿Va a aumentar la administración Trump los aranceles sobre las importaciones de China, India y otras naciones asiáticas? ¿Los acuerdos bilaterales con las naciones de la Unión Europea se verán afectados por este nuevo sentido de primacía europea? ¿Qué hay de la reacción del Banco Central Europeo a la victoria electoral de Trump? ¿Cambiarán los alemanes su política de larga data de mantener bajas las tasas de interés para atraer más deuda europea a su país?
La cuestión de cómo negociar el impacto de la política en los mercados financieros globales ha estado molestando a los especialistas en comercio global desde hace bastante tiempo. La respuesta no es sencilla. El impacto de la política en el comercio mundial es en realidad una doble respuesta a esta pregunta. Por un lado, se está produciendo un cambio fundamental en la forma en que se realiza el comercio internacional. Por otro lado, también hay cambios en la forma en que se llevan a cabo las negociaciones comerciales entre los estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Lo que ve es una decisión política tomada por una potencia económica importante para cambiar su enfoque del crecimiento interno a mantener su fuerza política y económica global. No hay duda de que mucha gente está enojada por esto, y es por eso que los acuerdos comerciales parecen tardar más de lo habitual en finalizar. Cuanto más tiempo lleve, más las consecuencias políticas afectarán su capacidad para acceder a los mercados. A continuación, se identificarán algunos de los factores políticos más importantes detrás de este dilema.
Primero, Estados Unidos no está a prueba de recesión. El inicio de la Gran Recesión no tuvo un impacto negativo inmediato en la economía estadounidense. De hecho, hubo muchos casos en los que EE. UU. Pudo resistir la tormenta y emerger más fuerte que antes. Sin embargo, el impacto de este debilitamiento económico se puede ver en el nivel de incertidumbre que domina el escenario comercial.
En segundo lugar, los Tigres asiáticos (India, China, Corea del Sur y Taiwán) se han vuelto más abiertos a los acuerdos comerciales bilaterales. Esto no ha tenido ningún impacto directo en el desempeño económico general de Estados Unidos. Pero ha hecho que la decisión política de optar por un entorno comercial más abierto sea un poco más difícil de soportar. En tercer lugar, existe una creciente preocupación por el impacto de las políticas ambientales en el crecimiento económico mundial. Y finalmente, está la amenaza inminente de la propuesta de la Unión Europea de imponer un comercio común establecido para sus uniones monetarias.
Estos cuatro factores combinan para hacer muy difícil a los traders globales que buscan una situación confiable sobre cómo negociar el impacto de la política en los mercados financieros globales. Las consecuencias políticas afectarán su acceso a los mercados globales independientemente de si comercializa sus productos, servicios o incluso dinero. Cuantos más países sigan el juego con políticas proteccionistas similares, más se limitará o incluso se reducirá por completo la actividad económica mundial. Al mismo tiempo, otros países seguirán adelante con sus propias políticas proteccionistas.